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Este blog nace para dar soporte a las innumerables sensaciones, conversaciones y...
retales de felicidad que se viven en Casa la Santa, Arrés.

jueves, 14 de abril de 2011

¿Existe la separatidad?

Como ya sabéis, hemos creado este blog para trasladar las discusiones que se producen en Casa la Santa, así que...Aquí va ...

En el transcurso de una conversación, Xavi, va y nos dice que 'es terrible la separatidad' y, como él es catalán, nos pareció un 'catalanismo' o al menos de eso lo acusamos de inmediato. Pero mira tú por dónde, que es un catalán con Blackberry, así que nos argumentó su existencia y el significado con una rápida búsqueda con 'el gran Google':
El hombre siempre ha sufrido la necesidad de superar su separatidad, es decir, de abandonar la prisión de su soledad, ya que la vivencia de la separatidad provoca angustia. La solución a dicha soledad ha recibido varias respuestas a lo largo de toda la historia, utilizando varios métodos que ayuden al hombre a superarla, como la lujuria, el trabajo obsesivo, el amor a Dios, el amor al hombre, etc.


...¡Mira qué bien! Aprendiendo cositas nuevas.
Sin embargo, como algunos somos pelín desconfiados, dejamos para el día siguiente, hacer nuestras propias pesquisas. Hechas éstas, encontramos que Separatidad no es un término admitido por la Real Academia Española, y lo que es peor aún ¡¡No existe en la Wikipedia!!, je,je; pero sí existe en el contexto de la Teoría de Erich Frömm y de su tratado 'El arte de amar', algo que, desconocía por completo y que, gracias a una maravillosa velada en Casa la Santa, forma parte ya de mis documentos preferidos. ¡Gracias Xavi!, compartir es vivir.


miércoles, 23 de marzo de 2011

Ese pequeño remanso de paz...y de discordia

Esas cotidianas situaciones de la vida, que nos llevan a vivir nuestros 'contrarios' son las que, de algún modo, me han impusado a crear este blog.
Somos grupo e individuo, anhelamos ser  independientes y creamos dependencias a placer, nos dejamos llevar por la razón tanto como por la emoción,...
En un pequeño lugar del Pirineo aragonés, de no más de 20 habitantes, está mi casa, que también a veces puede ser  la tuya. Un viejo caserío que antes de pertenecerme tenía la osadía de llamarse 'Casa La Santa' y que todavía no hemos averiguado porqué.
En este santuario de tranquilidad y paisaje gustamos de compartir la vida con amigos, cerveza, velada y discusión.
Lógicamente la noche puede llegar a confundirnos o incluso a veces, yo diría que le ganamos la partida y nuestras guerras dialécticas pueden llegar a rendirla al sol. En cualquier caso, nada que no nos haga reir, ser más plenos, intensos, interesantes o 'pretos'. Una delicia para el cutis y la salud.
Al fin y al cabo, cómo sentirse feliz y segura entre las bestias es cuestión de puro capricho y vocación.